Cada vez son más las especulaciones sobre la naturaleza de este nuevo cuerpo interestelar que se ha querido caracterizar como cometa, por similitudes a los conocidos en el Sistema Solar, pero llevando en contra muchos aspectos.
Las primeras observaciones realizadas en mayo de 2025 con el telescopio espacial TESS, mostraba un aspecto puntual como si fuera un asteroide, pero observaciones posteriores detectaron una atmósfera envolviéndolo (coma), algo clásico en todos los cometas, al igual que el desarrollo de una cola a medida que se va a acercando al Sol, por lo que se caracterizó como tal. Al calcular su órbita, los astrónomos se dieron cuenta que no era un objeto propio del sistema solar, sino que viene de otra parte de nuestra galaxia. Al confirmar su órbita hiperbólica, los astrónomos ya eran capaces de «jugar» con él y conocer su posición en cualquier fecha del año, e incluso retroceder en el tiempo hasta ver su posible punto de partida.
El anuncio del descubrimiento como objeto interestelar, fue expuesto el 1 de julio de 2025, con la designación de c/2025 N1 (ATLAS) por el Minor Planet Center de la NASA, después de su rastreo con el Sistema de Alertas Tempranas ATLAS situado en Río Hurtado (Chile) financiado por la NASA. Antes de su designación oficial, en la comunidad se conocía como A11pl3Z y tras confirmar su naturaleza extrasolar, tras 1I/Oumuamua y 2I/Borisov, adquirió su nuevo nombre: 3I/ATLAS.
Los primeros estudios revelaron que se trataba de un cometa activo, a pesar de la lejanía a la que se encontraba cuando se observó por primera vez, con una apariencia difusa que no dejaba calcular su verdadero tamaño, el cual se le estima de 5,6 km, es decir, un cometa de tamaño mediano. Un equipo del Instituto Astrofísico de Canarias, también detectó esa actividad cometaria además de un color rojizo en su coma, característico por la expulsión de polvo al igual que 2I/Borisov, pero más intenso, algo que llamó mucho la atención. Con el recién estrenado telescopio Vera Rubin, validando datos, los astrónomos detectaron una crecida sustancial del diámetro de la coma días después, además de gas sublime distinto al vapor de agua medido por el TESS, en fechas anteriores a su descubrimiento entrando en nuestro sistema planetario, indicando una actividad temprana, algo inusual en los cometas clásicos.
Tampoco es muy normal encontrarse con este tipo de objetos viajando a 61 km/s (220.000 km/h). Los datos que conocemos de otros cometas, indican que lo normal es que viajen entre los 2,96 km/s a los 56 km/s que presenta el Halley (de momento el más veloz detectado en el sistema solar), que está impulsado por efectos gravitatorios.
Los estudios realizados por espectroscopía, han revelado emisiones no comunes en los cometas «caseros», como dióxido de carbono y monóxido de carbono en abundancia, además de una alta tasa de producción de átomos de níquel sin la presencia de hierro; algo que no se detectó en el 2I/Borisov, lo que eleva la extrañeza de su naturaleza.
La polimetría observada en el cometa (estudio de la luz), indica la presencia de agua en un cuerpo rocoso, semejante a los cuerpos transneptunianos e incluso a algún centauro, como es el caso de (5145) Pholus, presencia confirmada por el telescopio Gemini Norte situado en Hawaii.
NASA y ESA aprovecharon el paso cercano del cometa al planeta Marte para hacer un estudio espectral con los instrumentos de las sondas Mars Express y ExoMars-Trace Gas Orbiter llevan a bordo, pero no han tenido resultados satisfactorios por la poca definición de la coma y la cola.
¿Dónde se originó el cometa?
Haciendo la película hacia atrás, conociendo su órbita hiperbólica y su inclinación de 175º respecto a la eclíptica, los astrónomos deducen que viene de una región del brazo grueso de la Vía Láctea donde abundan las estrellas viejas y está sometido a inmensas radiaciones, lo que significaría tener una antigüedad de al menos 7.000 millones de años, aunque hay quien lo lleva a los 10.000 millones de años. En esas regiones polvorientas de distintos elementos (por la muerte de antiguas estrellas), el cuerpo rocoso pudo adquirir la materia suficiente como para generar agua, gases y moléculas orgánicas.
¿Por qué tiene una anticola?
3I/ATLAS no es el único cometa que presenta anticola, quizás si es el primero en observarse en un interestelar, pero en nuestra casa, el sistema solar, los cometas: Arend-Roland (1957), Hale-Bopp (1997), PANSTARRS (2013) y recientemente el Tsuchinsan-ATLAS en 2024; han presentado este fenómeno que se produce por una alineación de partículas del cometa con perspectiva local, ya que se observa cuando existe una alineación cometa-tierra-sol que hace que la cola se proyecte hacia el Sol desde nuestro punto de observación.
¿Por qué produce eco, o un sonido semejante?
No produce ningún tipo sonido como han dicho algunos medios de comunicación. En el espacio hay mucha radiación de fondo producido por fenómenos violentos que se pueden reproducir cuando observamos con radiotelesccopios. Cualquier persona con una radio de onda media, puede escuchar esas emisiones.
La señal "Wow" que el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio detectó el 15 de agosto de 1977, la cual han relacionado sin sentido al cometa, como bien digo, no tiene nada que ver con 3I/ATLAS a pesar de que coincidan los lugares de procedencia. Las emisiones de radio son distintas, de hecho todos los cuerpos emiten en radio creando un zumbido por la excitación atómica del cuerpo, incluso nosotros también emitimos emisiones de radio
«El escuadrón científico»
El 29 de octubre es una fecha clave para conocer más detalles del cometa, ya que pasará por el perihelio y será catapultado hacia otro rincón de la Vía Láctea con paradero desconocido. Para ese día todo el arsenal científico estará tomando datos e imágenes del cometa para poder desenmascararlo y conocer su verdadera naturaleza, que, a pesar de las «locuras» de cierto astrofísico de Harvard, sigue teniendo comportamiento natural y no es ningún objeto «manipulado» por nadie.
Su perigeo también es importante para tomar más datos. El próximo «bombardeo científico» será el 19 de diciembre, aunque tendrá su paso cercano a Venus el 3 de noviembre y mucho más lejano su paso cercano por Júpiter el 16 de marzo de 2026.
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ACTUALIDAD A 1 DE NOVIEMBRE DE 2025
El cometa no presenta ningún riesgo para la Tierra, a pesar de lo que dicen los medios de comunicación por la mala traducción y los malos entendimientos. La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), tiene bien definida su órbita y en ningún momento es una amenaza para nuestro planeta. Activar el protocolo de Defensa Planetaria no significa que haya una amenaza, en este caso es un llamamiento científico para activar toda la instrumentación necesaria para realizar el estudio al cometa.
Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, acapara atención mediática por defender hipótesis sobre el origen «inteligente» y no natural.
El paso cercano del cometa al Sol ha hecho aumentar el brillo del cometa por la sublimación de agua, dióxido de carbono y otros volátiles de manera considerable, pasando de sólidos a gases liberando polvo y partículas que han hecho aumentar su reflectividad.
El color azul adquirido se ha generado por la emisión de gas ionizado, que a ayudado a realzar el brillo del cometa.
La alta proporción de dióxido de carbono, indica que el cuerpo procede de una zona helada de su antiguo sistema planetario y ha seguido permaneciendo frio durante su viaje hasta aproximarse al Sol, y que presuntamente volverá a mantener su estado sólido una vez se aleje de él.
A pesar de los datos recibidos, todavía se desconoce la proporción de gases emitidos, al igual que la masa y el tamaño que oscila entre los 2,2 km y los 30 km; aunque las observaciones realizadas por el Hubble estiman un núcleo de 5,6 km.



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